El
brillo de la nariz y las uñas de Babr, invocación.
En ocasiones hay actitudes humanas,
gestos en las personas que nos obligan a hacer conjeturas arriesgadas; porqué
la gente toca, acaricia determinadas partes de una escultura hasta sacarle
brillo o desgastarla.
En Krasnoiarsk hay una escultura en una
calle céntrica. Se trata de una obra conmemorativa de Andrew Pozdeev, un pintor
de la ciudad que ha creado una presencia insustituible con aquella obra. No es
una buena escultura, como máximo es correcta y divertida para los niños. Lo que
destaco en él es que la gente ha tomado por costumbre tocarle la nariz cuando
pasa junto a la obra. Piensan que este gesto les traerá suerte, que así reciben
una caricia familiar y hacen un guiño cómplice con el pasado y su pensamiento...
La otra figura es Babr, un tigre mítico
que preside el escudo de la ciudad de Irkutsk y que lleva un zorro muerto entre
los dientes. Como digo es el tótem de la ciudad y es comprensible que se le
admire y se le tema. Pues bien, también
la tradición dice que da buena suerte pasarle la mano por las uñas, acariciarlas
una a una.
Las uñas de Babr son como puñales que
cortan el aire, estiletes que hieren con sólo mitrarlos. Pienso que queda claro
que son armas para matar, no obstante la gente confía en ellas, son armas
simbólicas que ahuyentan a los enemigos reales…
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