Escultura
efímera.
En Rusia hay una tradición muy
arraigada en las gentes que tiene que ver con la escultura y la intervención de
la naturaleza. Es un arte decorativo y amable, entendible por la claridad de
los anunciados y por la maestría de los escultores. No dice nada en especial,
nada que cuestione nuestro papel en el mundo, nada sobre la reflexión que tendríamos
que hacer por formar parte de ella, nada que obligue a cuestionarnos...
En invierno es muy usual la realización
de certámenes de esculturas hechas con hielo, sobre la nieve en la montaña, o
dibujos sorprendentes aprovechando los lagos helados. No pude ver ninguno,
cuando fui ya era primavera y el día era caluroso y largo. Los que pongo son
imágenes de Jim Denevan trabajando la espiral de Fibonacci en el lago Baikal y sacadas
de internet... Algunas de estas obras si que las veo comprometidas, “juegan”
con otros valores, abren vías a nuevos pensamientos y suelen ser trabajos efímeros,
para hacer la foto y difundir las imágenes. Seguramente las obras desaparecen
al día siguiente o quizá en horas. http://www.lobuenodelavida.com/jim-denevan-lago-baikal/
En esta línea me causó perplejidad ver
esculturas de hierba en Ekaterimburgo, vi alguna de setos en Kazán y en
Krasnoiarsk pude ver cual era el proceso de realización y lo registré con la
cámara. Esta escultura celebra la belleza de las plantas representando algo
relacionado con la vida y el valor estético está en la “habilidad” y cuidado de los jardineros.
Se trata de formas sencillas, temas figurativos que todo el mundo entiende y
seduce la mirada por su valor en el proceso. Aquí tenemos un buen ejemplo en el
Guggenheim de Bilbao, Jeff Koons realizó un perrito de flores tiernas más alto
que una casa. La idea es la misma, digamos que es copiada literalmente de los
jardineros rusos solo que “cobrada a precio de genio”
Primero se hace un dibujo imaginativo y
con ricos colores; pienso que hasta pueden ser trabajos de niños. Después se
hace un armazón de hierro con una trama más fina para soportar la tierra, seguidamente
se sigue el procedimiento de plantar pequeñas plantas de flores siguiendo el
patrón del dibujo. El resultado es vistoso, relajante y para el intelecto no es
estresante. Es un arte que no te cuestiona nada, ni compromete a nada, todo
queda en la superficie de los ojos y adelante con el tiempo…
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