Translate

jueves, 18 de septiembre de 2014

El beso en el puente de Vladivostok





El beso en el puente de Vladivostok

Entre los puentes que he visto en este viaje me quedo con el que cruza la bahía de Vladivostok. La elegancia del conjunto, la envergadura de la obra, el pulido del encofrado, la precisión de las formas y la sobriedad del diseño lo hacen una magnífica obra de ingeniería. El primer día había niebla y me pareció oportuno hacer las imágenes con este aliento de fondo. Lo transité a pié todo entero, subir y bajar por pendientes arriesgadas para representarlo por debajo y por arriba. Lo quise cruzar por un pequeño paso que han dejado para los peatones, un sendero de hierro que obliga a tocarte con las personas cuando las cruzas. Desde arriba las gentes no pueden apreciarse allá abajo, son como puntitos insignificantes, además en aquel momento la niebla reducía la visión de la ciudad; ¡total que sobre la mitad del trayecto desistí continuar el paseo y bajé de aquella magnífica atalaya!
Cuando mejoró el tiempo y pude hacer una fotografía de toda su envergadura, busqué el lugar apropiado para hacer la toma, era justo delante de la estación terminal del transiberiano. Unos jóvenes vieron mi intención de hacer una foto y quisieron retirarse. Les pedí que siguieran allí, eso me permitía tener un referente de escala y humanizar aquel soberbio escenario. Ellos dijeron con gestos…
⎯Qué tenemos que hacer?⎯
Les dije también con gestos, más que con palabras…
Lo que pidan vuestros deseos… Entonces ellos me miraron con curiosidad, se miraron con deseo y me regalaron un cálido beso para significar el puente…

No hay comentarios:

Publicar un comentario