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lunes, 11 de agosto de 2014

Stalin

Stalin
Si hay una figura controvertida en la historia del siglo XX esa es la de Stalin. Fue un ser irreal que se inventó así mismo y eliminó a sus opositores hasta quedarse el papel principal. Su capacidad de manipulación era la de un guionista cinematográfico; La glorificación de Lenin, su tumba y boato fue parte de su obra; ya estaba muerto y así no podía hacerle sombra y en cambio, él si que podía crecer con sus despojos. Pero era un genio, el genio del mal incrustado en la época de la locura por dominar el mundo. Con sus trucos transformó la Unión Soviética, creó la admiración de sus enemigos y tuvo dividido el mundo… ( La guerra fría)
Como Hitler o Napoleón, creó de si mismo una figura teatral, un juego de señuelos, un poder absoluto que en el contexto que le tocó vivir causó millones de muertes. La paradoja es que para su conciencia el dolor producido no era nada, hasta sacrificó su vida en aras de la grandeza de la representación. Decía con otras palabras pero esencia de la frase de Maquiavelo,  ⎯“el fin justifica los medios”⎯, que la historia y la vida humana se adaptan al papel que se ha de representar. No importa el numero, no importa el precio, no importan los medios; ¡lo importante es el “objetivo del pueblo”!
Ningún tirano habló nunca con la voz del pueblo y a su vez le hizo tanto daño… Hizo algo importante, nos dejó una lección en el aire que no llegaremos a aprender nunca, siempre estamos ávidos de lideres que nos precipiten a las llamas…
Murió desatendido y solo. En la habitación contigua estaban su hija y un grupo de médicos del partido; ¡nadie movió un dedo… En la obra tenía que morir así…! En las calles casi no quedan rastros de su figura...

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